domingo, 2 de abril de 2017

Publicadas en internet las reglas más antiguas que conserva la hermandad de Jesús de 1797

Publicadas en internet las reglas más antiguas que conserva la hermandad de Jesús de 1797 (Marchena Secreta, 1 de abril de 2017)

La bilioteca de Marchena ha publicado en su web las reglas u ordenanza de la Hermandad de Jesús Nazareno de 1797, encontradas y cedidas para su público conocimiento por el historiador Fernando Alcaide Aguilar. Son las más antiguas que conserva la hermandad.

En dicho documento el representante de la Hermandad expone al Consejo Real que la hermandad había experimentado un gran decaimiento tras la prohibición de realizar la salida del Viernes Santo con la cara cubierta, norma instaurada ese año para toda España por los sucesos violentos ocurridos en Madrid y otras ciudades durante Semana Santa aprovechando el anonimato de los antifaces.

En ella la hermandad manifiesta que nunca ha habido en su estación de penitencia “excesos en las penitencias, por no haver sido, ni ser con desarreglo, ni escandalosas, ni menos ha resultado discordia”.

Por eso los cofrades de Jesús Nazareno piden al Consejo Real que  “no impida a los hermanos mis partes y debotos que tiene la referida Hermandad, pueda asistir en la estación de la mañana del viernes santo, y demás funciones con túnica, y las caras cubiertas” tal y como le fue aprobado a la cofradía de Nazarenos “de la ciudad de Sevilla, le fue concedida esta gracia por Vuestra Alteza”.

La hermandad presenta recurso ante la orden del Consejo Real de eliminar los rostros cubiertos recuerdan la bula papal de 1631 y afirman que “todas las personas de carácter y distinción les ha entibiado esta tan grande y antigua debocion en esta villa, sólo el no poder asistir en penitencia de túnica con las caras cubiertas como es costumbre en todas las ciudades”.

De esta forma la hermandad presenta recurso y “piden y suplican a su Majestad mandar que la que se hace la mañana del Viernes Santo imitando en la que tanto padeció, y en las dos funciones que en su Capilla se le hacen en cada un año, asistan los hermanos y debotos de túnica con las caras cubiertas “.

Firman este acuerdo Pedro Lopez Becerra; Juan Muñoz; Juan Sarmiento; Don Luis Ponce, Presbítero; Don Juan Rodriguez Cabello, Presbítero; Don Josef de Rueda, Eclesiástico; Fray Alexandro Ponton, Presbítero; Don Miguel Navarro, Presbítero; Fray Ramón de Zayas, Presbítero; Fray Francisco González, Presbítero; Francisco Josef Núñez Govantes; Manuel Muñoz; Manuel Sanchez del Hierro; Juan Colorado; Ignacio Ponce; Ignacio Lopez de Rueda; Josef Moreno; y Antonio Baeza, Secretario.

Por su parte el Fiscla del Consejo Real responde que se pedirá opinión a la Justicia y Ayuntamiento de la villa de Marchena, sobre si se seguiría perjuicio, falta de debocion o algún escándalo, en permitir que los hermanos de la cofradía de Jesús Nazareno salieran en ella el Viernes Santo con las caras tapadas”.

El Ayuntamiento responde que “no entendían se siguiera perjuicio, y señala que últimamente dicha cofradía no tenía ordenanzas, por donde governarse.

La respuesta es que la Justicia de la villa de Marchena no impediría que los individuos de la cofradía de Jesús Nazareno saliesen con túnica en la procesión de Viernes Santo con tal que llebasen la cara descubierta, y les insta a que aprueben ordenanzas como así sucedió.

La ordenanza indica que los pasos eran llevados por  quarenta y ocho a cinquenta hermanos todos con túnicas, con sus rostros descubiertos (en conformidad de lo mandado por el Supremo Consejo). Y mientras los que vayan descansando, acompañen en dos filas con achas encendidas.

“No se han de hacer más funciones, que las de tiempo immemorial se vienen haciendo, que son: la Procesión del Viernes Santo de mañana, la de la mañana del primer día de Pasqua Florida, en memoria de la resurrecion del Señor, y la del último domingo del mes de mayo, con sermón, música, e iluminación de toda la capilla”.

También se dirán todos los viernes del año una misa cantada en el Altar de Nuestro Padre Jesús, descubierta su imagen, pagándose además en las mañanas del Domingo de Resurrección.

La Hermandad carece de toda finca, caudal, y renta, sosteniéndose puramente de las limosnas voluntarias que den los cofrades, y fieles devotos del Señor, “no se señala estipendio alguno”.  Ningún hermano puede llevarse documentos de la hermandad a su casa.

Jueces de la Justicia Real de esta villa asistían a la Procesión del Viernes Santo acompañado de un Escribano y Ministros “y si algún individuo no iba en la procesión con aquella modestia y debocion que corresponde lo havisará al punto al Señor Juez Real, que ba presidiendo, para que lo castigue”.

Los pretendientes a hermanos tenían que hacer un “Juramento de defender el Misterio de la Purissima Concepción de María Santissima, y para cerciorarse de estos capítulos se leerán antes por el Hermano Secretario para que les conste y sepa lo que está obligado a guardar y cumplir”.

El Hermano Mayordomo, y todo el que maneje caudal, fondo, y efectos de esta Hermandad, habrá de rendir su cuenta, y entregar el alcance, para que se pase al Harca de tres Llaves, de las quales una tendrá el Hermano Mayor, otra el Mayordomo, y la otra el Secretario .

Cuando caiga enfermo algún hermano lo visitará el Hermano Mayor o Mayordomo “y si el tal enfermo fuere pobre y necesitado, se le administrará un socorro muy proporcionado a su indigencia, y el caudal de esta cofradía cuya regulación podrá hacer el Hermano Mayor, o Mayordomo poniéndose de acuerdo con el Síndico”.


Cada vez que muera algún hermano o hermana de esta cofradía se ha de dar cuenta al Mayordomo por la Casa Mortuoria, quien cerciorado de ello, le mandará doblar con la campana de esta iglesia y juntamente le proporcionará ocho zirios o hachas para que alumbren su cadáver mientras se hagan los Oficios en qualquiera iglesia donde fuese sepultado sin que se le exija nada por esta cofradía aunque haya venido a la mayor miseria y pobreza, y se le franqueará igualmente el panteón de la capilla en el caso de querer ser enterrado en él sin llebarle cosa alguna por ello.

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