Se descubre una cerca pre almohade en
los trabajos de rehabilitación de la muralla
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El arqueólogo Marco Antonio Gavira y el arquitecto Antonio Perea han desvelado algunos de los descubrimientos que están deparando las obras de rehabilitación de la muralla en su primera fase, iniciada el pasado mes de septiembre. Entre ellos destacan una cerca de datación anterior al período almohade, que contendría materiales característicos de la época romana, así como una torre almohade que no se encontraba a la vista y que se eliminó cuando se construyó una escalera en el siglo XVI, cuando el uso defensivo del recinto fue pasando a ser recreativo en época renacentista. Una segunda torre, en estre caso cristiana del siglo XV es otro de los hallazgos más interesantes.
Ambos técnicos han estado acompañados por el concejal de Cultura, Víctor Montes, y la de Urbanismo del Ayuntamiento de Marchena, Beatriz Sánchez, quienes han seguido atentamente las evoluciones de la obra, como de todos es conocido, retrasada tras un largo litigio judicial en el que el equipo de Gobierno 2011-2015 supo defender lo ya aprobado para Marchena a finales de 2011 y lograr que el Estado asumiera buena parte del presupuesto de estas obras, que es finalmente de 560.000 euros en esta primera fase.
En la parte alta del mirador almohade, se observa una cerca construida a base de tapial de barro apisonado de cronología anterior a la muralla almohade, de mucha menor consistencia que aquella y conservada en algunos tramos reaprovechados en época almohade/islámica, según explicaba el arqueólogo responsable de la obra, el marchenero Marco Antonio Gavira: "La cronología exacta es incierta, aunque seguro que anterior a época almohade, y para determinarla tendríamos que excavar unos cinco o seis metros, si bien materiales que hemos observado tienen características del período romano", comentó, incidiendo en que "sólo los trabajos de excavación en la zona de la liza podrían despejar las dudas sobre su origen".
En este sentido, "es muy significativa la presencia de abundante material cerámico romano en su interior, incluida una moneda", señala Marco Antonio Gavira. Pese a ello y de modo que una excavación en este momento excedería del proyecto vigente de la rehabilitación, y por tanto a día de hoy no se va a realizar, era prudente el arqueólogo explicando que "categóricamente no se puede aseverar documentalmente al no haberse excavado más, pero por los materiales encontrados, que es increíble que algunos se conserven, y por las distintas técnicas constructivas, de tapial pero no el mismo que el almohade, apunta a que es de época pre almohade".
Como curiosidad, próximo a la cerca se ha encontrado un horno construido a principio del siglo XX cuya funcionalidad está por determinar.
Asimismo, se ha hallado una torre de época islámica localizada en el extremo de la muralla principal y que no se conocía hasta el momento: "Se encuentra desmochada en una sección diagonal producida por la instalación de una escalera de ladrillo que comunicaba la liza de la barbacana con los jardines del palacio Renacentista" del siglo XVI.
Dicha torre estaría asociada a la muralla almohade y cuenta con una escalera a la izquierda, que se adosaba a la barbacana y a la torre e iba rodeándola, comunicando la cota de liza con la zona ajardinada de palacio.
"Posteriormente, convirtieron una escalera simple y funcional en algo más monumental, desmochando la torre y montando una segunda escalera con toda la anchura de la barbacana, a distinto nivel y encima de la torre antigua ya desmochada", por lo que estamos ante un momento en el que se pasa de la funcionalidad defensiva del lugar a la conversión en un Palacio Renacentista, en el cambio de tránsito de tropas que defendían la Alcazaba a la concepción de la edificación como zona de recreo.
En todos estos cambios, se observan otros adyacentes como el encauzamiento del agua hacia la barbacana, abriéndose unas especies de arriates en los bancos donde los soldados defendían la ciudad, como desagüe.
Asimismo, otro elemento digno de consideración es una segunda torre cuadrangualar de la etapa cristiana con tres lados de mampostería y un relleno de tierra apisonada que se adosaba a la antigua muralla, y que por el tipo de fábrica data aproximadamente de finales del siglo XV, en un intento de reforzamiento defensivo ante las aún rebeldes fuerzas moriscas, explicaba el arqueólogo, que añadió que ya en el siglo XVI esta segunda torre "iría desmochándose cuando la liza se convierte en una ronda de paseo del Palacio Renacentista".
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